“Los cuadros, robados” es un proyecto  que viene desplegándose desde el año 2001, cuyo disparador fue la siguiente escena: en una exposición individual en el museo Castagnino,  momentos antes de la inauguración entran dos personas y roban una obra de mi autoría, la cámaras de seguridad capturan el momento pero nunca se resolvió el robo.

 

Este proyecto  comprende tanto investigaciones teóricas sobre seguridad museológica e institucional, búsqueda e investigación de archivos de interpol sobre robos a museos, como así también en el desarrollo de pinturas, objetos, intervenciones y site-specific  tanto en museos como en galerías y espacios culturales.

 

En este caso “Proyecto Estévez” articula varias instancias.

A partir de las cinco obras robadas al museo: un Greco, un Goya, un Ribera, un Sánchez

Cohelo, y un Murillo, se trabaja sobre los archivos respectivos de cada obra y sus robos. Estas cinco obras robadas vuelven a construirse, a copiarse, a duplicarse, incluso en el caso de los cuadros que aún no se recuperaron, se utilizan los marcos originales.

En esta duplicación, hay un cambio de materialidad, las obras ya no serán oleos, sino que se construirán con una técnica tejida con cuentas de acrílico facetadas encastrables.

La exposición será una instalación con formato de gabinete museológico, donde además de las investigaciones visuales sobre el robo de estas cinco pinturas al museo, se trabaja sobre la estructura interna del cuadro, la tela, el tejido, la trama, el marco, el bastidor, el borde, el vacío, la falta, la duplicación y la falsificación.