Las Flores Robadas parte de la investigación sobre dos cuadros sustraídos de una colección de arte español, actualmente incluidos en los archivos de Interpol como obras aún en búsqueda. Ambas pinturas del siglo XIX, de autoría desconocida, representan bodegones de flores y frutos realizados en óleo sobre lino.

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Apartir de registros fotográficos, sustituyo digitalmente las flores originales por especies nativas argentinas, tomando como referencia principal el Atlas de Botánica Argentina (Ampersand, 2022). Esta operación dio origen a un nuevo archivo visual construido mediante técnicas de dibujo y collage digital, que luego se tradujo a una imagen textil tejida punto por punto con cuentas acrílicas y cristales facetados.

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Este proceso no solo reactiva visualmente las imágenes robadas, sino que también introduce una operación de desvío, restitución y relectura desplegada desde otro territorio y con otro lenguaje. Desde esa premisa, la obra se organiza como un proceso en capas que deliberadamente desenfoca contornos y combina lenguajes.